
Cuando se habla de una construcción urbana y de asociarla con el término ‘verde’, seguramente nos vienen a la mente muchas cosas excepto el neutralizar las emisiones derivadas de nuestro habitar cotidiano en un espacio determinado.
Por lo general, la reducción de emisiones en una vivienda se puede dar debido a medidas activas y pasivas: Las medidas activas de ahorro energético se refieren a aquéllas que mejoran la eficiencia de los sistemas de calefacción, refrigeración o iluminación, tales como sustitución de los equipos de aire acondicionado, y la instalación de lámparas de bajo consumo.
Por otro lado, las medidas pasivas de ahorro energético son aquéllas que disminuyen la demanda energética del edificio a través del aumento en el aislamiento de la fachada, la sustitución de las ventanas por unas de doble cristal, y la instalación de filtros para protección solar, entre otras.
Aun cuando tu casa esté hecha de materiales como cemento, y varillas de acero, puedes contribuir mucho en términos ambientales si se siguen los tres pilares del Programa Neutralízate: cuantificar, reducir y compensar. Ninguna se entiende sin la otra.
Para enverdecer tu casa, puedes comenzar por implementar medidas sencillas, y que según la curva de abatimiento realizada por la consultoría McKinsey , las acciones en el hogar se encuentran dentro de las medidas más rentables y eficientes a implementar, es decir que son las que más reducen emisiones de CO2 y que al mismo tiempo sus costos de inversión son menores al ahorro que la implementación de la medida producirá para cualquier momento a analizar.
Algunas de estas acciones para en el hogar son: cambiar focos incandescentes por lámparas de bajo consumo (focos “ahorradores” o LEDS), cambiar los aparatos electrodomésticos, realizar un control de adaptación e iluminación en construcciones ya existentes, instalar un calentador solar (para agua), y reciclar los residuos.
Más información en: www.neutralizate.com