
El pasado domingo concluyó el evento de fútbol más grande a nivel mundial, el cual fue celebrado este año en Brasil.
Por Gisela Ceja
Con Alemania siendo el único campeón y una clausura que no fue tan aclamada, se dieron por terminadas las actividades del magno evento organizado por la FIFA. Pero ¿Cómo impactó a Brasil este mundial?
Se estima que la inversión total para este mundial fue lo equivalente al promedio de 3 mundiales juntos, donde la mayor inversión fue en estadios. Tan solo en construcción y remodelación, se generó un gasto de 3.700 millones de dólares. 6 de estos estadios por primera vez tuvieron intervenciones sustentables los cual los hizo acreedores de la certificación LEED. Por ejemplo, el estadio Maracaná el cual fue el más caro por la inversión que tuvo, ahorró un 8% de la cuenta de luz gracias a las 23,500 bombillas de LED y a los páneles solares instalados en el techo; de igual forma redujo su consumo de agua un 30% gracias al sistema hidráulico que fue instalado. Todas estas medidas de ahorro compensaron mínimamente la inversión de cerca de 560 millones de dólares.
Por otro lado, del 8 de junio al 2 de julio de 2014, en comparación con el mismo periodo en 2013, el número de visitantes extranjeros que llegaron a Brasil, generó un volumen del 169% de incremento neto en dólares de gasto del país. Por consecuencia, el impulso provocado por el sector turístico se vio reflejado notoriamente en tres segmentos de negocio: restaurantes/bares, aerolíneas y la industria hotelera, que crecieron 273%, 211% y 137% respectivamente durante este periodo, impulsando la economía del país.
Definitivamente realizar un mundial es una oportunidad dentro de un país para impulsar su economía pero sin dejar atrás las prácticas medio ambientales como se hizo esta vez con los estadios. Ahora esperaremos otros cuatro años para ver con que nuevas cifras nos encontramos en el mundial de Rusia 2018.