
La contaminación, la alta producción de emisiones de carbono, las malas condiciones laborales y económicas a las que se enfrentan los productores, el éxodo del campo de las generaciones jóvenes y el mal uso de suelo, son solamente algunas de las problemáticas a las que nos enfrentamos en una de las trincheras más importantes de desarrollo social del país.
Ante todo esto, el gobierno, las universidades, la sociedad civil y muchos otros actores han trabajado durante años para darle soluciones a estos problemas y beneficiar la calidad de vida de aquellos que mejoran el campo.
Ahora, también los emprendedores sociales se suman para crear proyectos que impacten este tema prioritario.
Desde diferentes trincheras, existen emprendedores que están tratando de encontrar soluciones a los grandes problemas del campo que puedan desarrollarse con modelos de negocio sustentables.
En los últimos meses me he encontrado con proyectos muy interesantes.
- Sistema Biobolsa
Un sistema, diseñado para pequeños productores, busca atender tres de los mayores problemas que existen, la alta contaminación por el uso de fertilizantes, la falta de energía en comunidades agrícolas y las malas condiciones económicas en las que viven estos productores.
Para ello, Alexander Eaton, un emprendedor social, creó un sistema en el que a partir del excremento de los animales, se produzca un biogas que ayuda a la creación de energía renovable, lo que ayuda a alimentar las pequeñas granjas y casas de las familias que viven en el campo, y que además sea un fertilizante completamente natural que ayuda a mejorar la eficiencia y economía del productor, reduciendo los costos de su producción.
Sistema Biobolsa es un ejemplo perfecto de como podemos utilizar la creatividad para resolver los grandes problemas, no es necesaria una inversión millonaria, si no acciones concretas y soluciones innovadoras, que permitan con pocos recursos crear un gran impacto. - Esoko
En la era de la información, los productores del campo tienen muy poco acceso a herramientas que les permitan tomar mejores decisiones sobre su producción.
Para resolver esto, Esoko, una empresa social que comenzó en Ghana y ahora está en México, decidió utilizar una herramienta que muchos hubieran considerado obsoleta; los mensajes de texto de SMS para poder acercarse a miles de productores.
Muchos pequeños productores que viven en condiciones de pobreza, no tienen acceso a internet, sin embargo, la gran mayoría tiene un celular en el cual pueden recibir mensajes de texto. Utilizando esta herramienta, Esoko le ofrece a los productores información sobre precios de insumos, clima, estrategias de producción e incluso precios de los productos que venden con el objetivo de que tengan más herramientas para una mejor producción.
La información es quizá la herramientas más poderosa, y Esoko la está compartiendo con miles de productores del campo que hasta ahora habían estado excluidos.
Sin duda, esta empresa es un ejemplo de cómo podemos utilizar herramientas existentes con un uso diferente para que se puedan convertir en fuerzas de cambio.
Algunos otros ejemplos que podemos encontrar, son My Coffee Box y Café Capeltic, de quienes ya he escrito anteriormente en mi columna, ellos trabajan con productores de café para mejorar sus condiciones económicas.
Otro emprendimiento que dará mucho de que hablar en el futuro cercano es NUUP, quienes están tratando de potenciar la agricultura agrupando a productores de áreas estratégicas y ofreciéndoles información que les permita mejorar su producción y venta. Unidos, los pequeños productores tendrán mucha más fuerza.
Estos son sólo algunos proyectos que hoy están generando impacto, pero hay cada vez más allá afuera, ¿conoces a otros emprendedores sociales del campo?
Escrito para Las Páginas Verdes por Entrepreneur, Juan del Cerro.