
Puede la felicidad ir de la mano ¿Con la sustentabilidad? Es acaso la vida del emprendedor la vía para ser feliz?
En nuestra condición humana es normal que todo este sujeto a errores y aciertos. Y no podría ser diferente cuando se trata de la felicidad ligada al estilo de vida y ciudad donde vives. En el pasado, era común lanzar las bolsas de desechos sólidos en botes de basura en vez de investir en investigación para el desarrollo de un sistema para reciclaje de la misma, o lo que últimamente conocemos como Logística de Reversa. De la misma manera damos preferencia a la deforestación y el uso de combustibles fósiles sin recordar que ciertos recursos son finitos.
Ahora bien, si nos enfocamos en el carro, medio de transporte para “acortar distancias de forma placentera” podríamos decir que fue en el siglo XX el protagonista de las ciudades y la base para la planificación y la regulación del espacio urbano. Basta pensar en las amplias y bien diseñadas avenidas que requieren el transporte motorizado para ir de compras al supermercado o al centro comercial. Y hay alguna razón para esto, no existe nada más rápido que los carros.
Creemos en ellos como instrumentos para la felicidad y pertenencia, de la misma manera que los fumadores de la década de 1920 creían que los cigarrillos eran buenos para la garganta y te daban un estilo de vida diferente. Pero en realidad no se piensa en el tiempo que se pierde en el tránsito cada hora del día. El carro sin embargo, lleva un costo mayor para la salud física y mental que para el bolsillo. Una encuesta realizada por el Instituto de Salud y Sustentabilidad estima que la contaminación generada por los automóviles es responsable de 4.600 muertes al año.
Seria necesario decir que ¿La mortalidad y la felicidad no van de la mano? Un estudio de la Escuela Universitaria de Medicina en Saint Louis, EE.UU. relata que los que utilizan el carro todos los días para trabajar contribuyen a la contaminación que mata a otros, se quita la vida por estar sujetos a tener el colesterol alto y presión arterial alta y trae una tendencia cinco veces mayor a la depresión.
Un mínimo de 30 minutos por día en un carro para ir al trabajo se asocia directamente con la disminución de la satisfacción con la vida. Mientras tanto, los trabajadores “Independientes” que trabajan desde casa tienen los índices más altos de satisfacción con sus vidas, esto de acuerdo a un informe de Professionals Contractors GROUP en 2013. Una de las razones para esto, dice el estudio es el hecho de que estos profesionales pasan menos tiempo en las calles y autopistas y pueden tener más flexibilidad para disfrutar del tiempo libre. No es sorprendente que el 73% de ellos ha elegido la vida de “Independientes” como una opción de carrera a largo plazo, a pesar de la inestabilidad que ésta con lleva.
Casualmente, las ciudades que son catalogadas por tener índices altos de felicidad en sus habitantes cuentan con excelente infraestructura urbana dando soluciones para la movilidad de los mismos. Cuantificar la felicidad es un reto, pero parece que esta relacionado de alguna manera a el sentimiento de conectividad en las ciudades.
No debe ser una casualidad que por ejemplo en los Países Bajos y Dinamarca, es donde existe la mejor planificación urbana para ciclistas y peatones donde los habitantes declaran su alto nivel de satisfacción y por ello casi el 80% de los desplazamientos los realizan por medios de transporte alternativos.
Todas estas ciudades han perdido espacio para el vehículo privado, pero han ganado calidad de vida. Y curiosamente, otros siguen su ejemplo. Helsinki-Finlandia y Hamburgo-Alemania que ha anunciado recientemente su intención de terminar el año 2025 el uso del automóvil en los espacios urbanos.
Eduardo Landaeta
@mentorgerencial