No es ningún secreto que al comprar ropa debemos analizar nuestras elecciones y no únicamente dejarnos llevar por la belleza del diseño o la oferta del momento.
Alguna vez has revisado tu guardarropa y te has preguntado ¿cuántas prendas fueron realizadas con prácticas sostenibles? ¿sabes si las marcas que consumes utilizan mano de obra esclava? ¿pudieras decir si la prenda que compraste se encuentra libre de sustancias tóxicas?
Lamentablemente, muy pocas veces conocemos lo que existe detrás de cada una de nuestras compras, sobre todo con aquellas “compras culposas”, pero, ¡no todo está perdido! Como consumidores aún tenemos la oportunidad de elegir acciones sostenibles para mitigar así los impactos negativos que se generan de ellas, a través de su correcto mantenimiento; logrando extender la vida de nuestras prendas; encontrando la mejor manera de conservarlas y reduciendo el consumo de materiales, energía y residuos producidos durante el tiempo que nos acompañan en nuestra vida diaria.
A continuación te presentaremos algunos tips que pueden ser de gran utilidad para alcanzar dichos objetivos:
- Lee las instrucciones de lavad
Si, aunque no lo creas, las instrucciones de lavado pueden hacer
La Diferencia. No todas las prendas requieren los mismos cuidados; por eso, al lavar tu ropa, divídela por colores, tipos de
tejidos y
especificaciones.
Normalmente el lavado en seco utiliza
disolventes altamente
contaminantes y potencialmente cancerígenos. Atrévete a pedir el uso de solventes
biodegradables o
alternativas ecológicas.
- Elije productos ecológicos de lavado
Los detergentes, suavizantes o blanqueadores utilizan muchas sustancias nocivas que al liberarse al medio ambiente afectan la vida acuática y contaminan el agua para riego. Fácilmente puedes fabricar tu propio
detergente ecológico o buscar
productos biológicos, biodegradables, sin esencias, colores sintéticos o aditivos, que incluso no requieren enjuague. Recuerda que mayor cantidad de jabón no significa mayor limpieza.
- Reduce el consumo de agua y ¡recíclala!
Frecuentemente el lavado de ropa representa el mayor gasto de agua dentro del hogar; por eso, opta por adquirir una lavadora con el menor consumo de agua. Antes de lavar tus prendas, talla a mano las partes más sucias de tu ropa y procura reutilizar el
agua residual de tu lavadora en las descargas del sanitario, limpieza de la casa o riego de plantas (en caso de detergentes ecológicos).
- Evita utilizar agua caliente
El empleo de agua a temperatura ambiente te permitirá reducir la
degradación del tejido y color en tu ropa, además de ahorrar gas, energía y dinero.
- Disminuye el consumo de energía
Antes de comprar cualquier electrodoméstico, consulta la etiqueta de eficiencia energética y elige la de
mayor ahorro. Al terminar un ciclo de lavado, evita utilizar la secadora y rápidamente extiende tu ropa en un lugar donde no lleguen directamente los rayos del sol; de esta manera, no afectarás el color de tus prendas y disminuirás la aparición de arrugas. Si necesitas planchar, procura que tus prendas se encuentren ligeramente húmedas para que el proceso de planchado sea más eficiente.
- Aumenta la vida de tus prendas al utilizar ganchos adecuados
Los abrigos, blazers, chamarras o sacos requieren
ganchos gruesos con una curvatura especial en los hombros para conservar adecuadamente dicha zona y ofrecer el soporte necesario a la prenda. Para faldas, shorts y vestidos strapless, utiliza ganchos con pinzas especiales que no provoquen
marcas en tu ropa.
Para
prendas o
tejidos súper delicados (como la seda), selecciona ganchos acolchados y forrados en tejidos suaves. Las prendas hechas en tejido de punto (como suéteres, sudaderas y playeras de algodón), deberán conservarse sobre una superficie plana y nunca en gancho.
Anímate a adoptar estas prácticas y cuéntanos cómo te va con estas acciones de consumo responsable y, si conoces alguna otra estrategia, no dudes en compartírnosla.
Escrito para Las Páginas Verdes, por
EFS News, Diana Saldivar