Actualmente muchas personas tienen una plena confianza en las industrias de alimentos y su mercadotecnia, y han llegado a adoptar un estilo de vida con una alimentación inconsciente, por medio del consumo de los productos que ofrecen.

Al prestar un poco de atención a los ingredientes que fueron procesados, los conservadores adicionados y la gran cantidad de químicos que sirven para aumentar su vida de anaquel, nos percatamos del consumismo actual, hecho al que llamo alimentación inconsciente.

El consumo de productos alimenticios es prácticamente con los ojos cerrados, sin indagar o tener la preocupación mínima por lo que damos a nuestro cuerpo para nutrirlo y he aquí la respuesta del por qué tantas enfermedades como el cáncer, la diabetes o la obesidad.

Bastaría con prestar un poco de atención y cuidar más lo que ingerimos y su contenido para resolver instantáneamente muchos problemas de salud, previniendo además la posibilidad de requerir ayuda médica de urgencia.

Comienza por ti mismo, ¡sé consciente de lo que comes! Siempre revisa los ingredientes y contenido de lo que consumes, no compres productos con demasiados ingredientes o aditivos químicos, sobre todo cuando desconozcas para qué son.

  • Cuando observes nombres de sustancias desconocidas, investiga, te sorprenderá conocer lo que utiliza la industria para conservar alimentos y alargar la vida útil de un producto.
  • Prefiere alimentos orgánicos y ante sospecha, es mejor NO consumir alimentos genéticamente modificados, consume alimentos integrales o con la mayor parte de sus componentes naturales y elimina alimentos refinados de tu dieta.
  • Opta por alimentos con tiempo de caducidad corto o lo más similar a su estado natural, ya que entre más larga sea su caducidad más conservadores contienen.
  • No consumas refrescos ni jugos enlatados, son una bomba de azúcares para tu cuerpo, además del contenido en químicos y colorantes.
  • Al hacer tu despensa, evita los pasillos de enlatados y empaquetados, ¡llena tu carro de color y vida en la sección de frutas y verduras!
  • Evita cereales de caja, prefiere granos enteros como la avena, el amaranto o las nueces y frutos secos.
  • Consume en mercados locales, tiendas y mercados orgánicos, ¡aumentemos la demanda y exijamos alimentos reales!
Fomentemos la alimentación consciente
“Que tu medicina sea tu alimento y que tu alimento sea tu medicina”
Hipócrates

Julio César Domínguez Guzmán
Elsa Nidia Herrejón González

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