
Seguramente has llegado a clasificar tu empresa como verde o sustentable, sin embargo, ¿conoces la definición exacta que hay detrás de cada uno de estos adjetivos?
Ser verde implica tener un extremo cuidado en los métodos que eviten al por mayor el deterioro del medio ambiente; no perjudicarlo, ni dañarlo y disminuir al máximo los procesos que repercuten de manera negativa al planeta.
A diferencia de la clasificación verde, la sustentabilidad va más allá del cuidado del medio ambiente pues además de que éste es parte de uno de sus pilares como negocio, la empresa sustentable también implica cuidar exhaustivamente todos los procesos que se emplean dentro del negocio, desde no impactar negativamente al medio ambiente, hasta tener muy bien establecidas las normas que protegen los derechos humanos de sus empleados. Es decir, involucra tanto un impacto social como ambiental positivo.
Por otra parte es muy probable encontrar productos y servicios verdes que impliquen un precio un poco mayor en su compra a comparación de los sustentables, esto se debe a que los procesos que se emplean para la producción verde, son más caros. Ya que al ser innovadores y disminuyen al por mayor el impacto ambiental son más caros. La diferencia de la sustentabilidad es que además de cuidar el medio ambiente, procuran el menor gasto en el consumidor.
La sustentabilidad procura a la sociedad, economía y medio ambiente. Las dos definiciones son muy apropiadas para un menor impacto ambiental, sin embargo, es pertinente su debida clasificación.
Ya conoces las diferencias de cada una de estas definiciones, es ahora el tiempo de clasificar debidamente tu negocio, y de ser posible, llegar a ser una empresa totalmente sustentable.